Cómo conservar la remolacha una vez cocida
La remolacha es una verdura muy versátil y nutritiva que se puede utilizar en una amplia variedad de platos, desde ensaladas y guisos hasta pasteles y jugos. Sin embargo, cuando cocinamos remolacha en grandes cantidades, es posible que nos sobre e no sepamos cómo conservarla adecuadamente para que no se estropee.
Afortunadamente, existen diferentes métodos de conservación que nos permitirán disfrutar de la remolacha cocida durante más tiempo, manteniendo su sabor y textura. En este artículo, te mostraremos algunas técnicas sencillas para conservar la remolacha una vez cocida.
1. En la nevera: La forma más común y sencilla de conservar la remolacha cocida es refrigerarla. Una vez que la remolacha haya sido cocida y enfriada por completo, debes pelarla y cortarla en rodajas o trozos pequeños. Luego, coloca la remolacha en un recipiente hermético o en una bolsa de almacenamiento con cierre. Asegúrate de que esté bien sellado para evitar que entre aire y humedad, lo cual podría acelerar el proceso de descomposición. La remolacha cocida se puede conservar en la nevera de esta manera durante aproximadamente una semana.
2. En vinagre: Otra opción popular es conservar la remolacha cocida en vinagre. Para ello, debes cortar la remolacha en rodajas o trozos pequeños y colocarla en un frasco de vidrio esterilizado. Luego, calienta vinagre blanco en una cacerola hasta que esté caliente pero no hirviendo. Vierte el vinagre caliente sobre la remolacha en el frasco, asegurándote de cubrirla por completo. Añade sal, azúcar y especias al gusto, como semillas de mostaza o pimienta en grano. Finalmente, sella el frasco y déjalo reposar durante al menos una semana antes de consumirlo. La remolacha en vinagre se puede conservar durante varios meses en un lugar fresco y oscuro.
3. Congelación: Si prefieres tener remolacha cocida lista para usar en cualquier momento, la congelación es la mejor opción. Para congelar la remolacha cocida, una vez que esté fría y pelada, corta en rodajas o trozos pequeños y colócala en una bandeja para congelar. Luego, mete la bandeja en el congelador durante unas horas hasta que la remolacha esté completamente congelada. Una vez congelada, transfiere los trozos de remolacha a bolsas de congelación o recipientes herméticos. Recuerda etiquetarlos con la fecha de congelación. La remolacha cocida se puede mantener en el congelador durante aproximadamente tres meses.
4. Enlatado: Si tienes experiencia con el enlatado, puedes conservar la remolacha cocida en frascos herméticamente sellados. Para ello, debes cocinar la remolacha según las instrucciones habituales de enlatado, incluyendo el proceso de esterilización de los frascos y tapas. Una vez que la remolacha esté cocida y pelada, córtala en rodajas o trozos pequeños y colócala en los frascos calientes. Luego, llénalos con líquido de enlatado caliente, asegurándote de dejar suficiente espacio en la parte superior. Sella los frascos y procesa en un baño de agua hirviendo durante el tiempo recomendado para el tipo de enlatado que estés realizando. La remolacha enlatada se puede conservar durante meses en un lugar fresco y oscuro.
Recuerda que, al conservar la remolacha cocida, es importante asegurarse de que esté completamente fría antes de aplicar cualquier método de conservación. Además, revisa periódicamente las remolachas conservadas para descartar cualquier signo de deterioro o mal olor.
En conclusión, si bien la remolacha cocida no tiene una vida útil tan prolongada como la remolacha cruda, existen varias opciones para conservarla y disfrutarla durante más tiempo. Ya sea refrigerándola, encurtiéndola, congelándola o enlatándola, podrás aprovechar al máximo esta deliciosa verdura y agregar un toque nutritivo a tus platos. ¡No desperdicies la remolacha cocida y disfruta de su sabor y beneficios por más tiempo!