Receta sencilla de estofado de albóndigas
Las albóndigas añadidas a una receta de estofado o guiso son lo último en comida reconfortante. Calientes y sabrosas, se preparan en un momento. Emma Franklin, editora de cocina de Good Housekeeping, comparte sus secretos…
Parece obvio, pero el secreto está en encontrar la receta adecuada y ceñirse a ella. Hay muchas variaciones, no sólo en las albóndigas, sino también en el guiso que las acompaña, que afectan a su resultado.
Pero la regla número uno es hacer siempre un dumpling de más, o sacrificar uno para comprobar que está bien cocido. Los dumplings poco hechos son tan comunes como los demasiado hechos, y la única forma fiable de comprobar que están hechos es sacar uno y cortarlo por la mitad, comprobando si hay masa cruda en el centro.
Los ingredientes básicos de una albóndiga son harina, mantequilla fría y condimentos. A partir de ahí, se pueden añadir distintos condimentos. Y aunque le tiente experimentar con distintas harinas, le recomendamos que utilice harina blanca.
La alquimia de hacer albóndigas es un asunto muy preciso y, como otras harinas absorben los líquidos a velocidades muy diferentes que la harina de trigo blanca, podría acabar con albóndigas densas y pesadas, o albóndigas que han absorbido todo el guiso y se han convertido en un charco de pan empapado en la bandeja del horno.
¿Cuál es el secreto de un buen estofado?
Dale tiempo al estofado
La mayoría de los guisos necesitan tiempo para desarrollar su sabor. El estofado utiliza cortes de carne duros y ricos en colágeno, que necesitan al menos dos horas para descomponerse. Si se precipita y hierve el guiso, las fibras musculares se encogerán y se volverán duras. Así que date unas horas para dejarlo hacer.
¿Se puede utilizar harina normal en lugar de harina madre para las albóndigas?
¿Se pueden hacer albóndigas con harina normal? Si no tiene harina de trigo, quizá se pregunte si puede utilizar harina normal para hacer las albóndigas. Técnicamente sí, pero las albóndigas quedarán bastante densas.
Cómo hacer albóndigas
Principio de páginaGuiso “Kipteh” veganoEste plato cálido y aromático es una alternativa vegana abundante y sana al guiso tradicional asirio kipteh. Este plato es ligeramente ácido con sabores brillantes. Es tan sustancioso y apetitoso que te olvidarás de que no lleva carne.
Bolas de garbanzos: Antes de cocinar los garbanzos secos, lo primero que tendrá que hacer es ponerlos en remojo. Coloca los garbanzos en un bol grande y cúbrelos completamente con agua fría. Mételos en el frigorífico y deja los garbanzos en remojo toda la noche, unas 8-12 horas, cambiando el agua cada cuatro o cinco horas. Escurrir los garbanzos, desechar el agua y enjuagar una última vez. Reservar ½ taza de garbanzos para el guiso.
Colocar los garbanzos escurridos en un procesador de alimentos hasta que estén finamente picados. La mezcla debe quedar gruesa. No haga puré la mezcla y recuerde reservar ½ taza de garbanzos para el guiso antes de colocarlos en la licuadora. En un bol, mezclar la mezcla de garbanzos con el resto de los ingredientes de las bolas de garbanzos. Amasar la mezcla con las manos hasta que se una.
Receta de albóndigas
21:08 24 de octubre de 2019¡Tengo muchas ganas de probar esta receta! Pero viniendo de un hogar Cajun yo mismo, todo lo que tenemos para el pimentón es pimentón ahumado. Crees que seguirá funcionando bien? ¡Si le añade un toque picante no me importaría en absoluto.Deja un comentario!
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Estofado italiano de albóndigas
El estilo de Eneko Atxa está claramente definido. Por un lado, actualiza y reinventa recetas tradicionales -como en este caso-. Por otro, utiliza técnicas vanguardistas para reforzar aspectos naturales y cromáticos. Una de ellas es la esferificación.
El chef propone numerosos platos con memoria histórica que presumen de salsas académicas redefinidas. Además de conservar la exquisitez y gelatinosidad tradicionales, hacen gala de un refinamiento, una armonía y una densidad esbelta sin precedentes. Un buen ejemplo de esos caldos a los que Eneko tiene tanto apego y a los que todo el mundo es tan aficionado es este guiso tradicional a base de manitas de cerdo y grasa de cerdo, servido con verduras y garbanzos. Una vez pulido, se impregna de carne de baja calidad así como de genio y contrastes que llenan el paladar junto con papada de cerdo, espárragos y anchoas; casi nada. Se añaden unas bolitas de queso para dar algo de volumen y evanescencia a esta golosa receta.
Hervir la nata y añadir el queso cortado en dados. Triturar y texturizar con xantana y Calcic, salar y quitar el aire con ayuda de una máquina de vacío. Introducir en un dosificador y reservar al baño maría.