SHOW COMPLETO: Una celebración musical de Coco #HalloweenTime
Natasha Pasternak es una artista en el sentido más honesto de la palabra. Como compositora, productora e intérprete, hasta profesora y fundadora de su nueva empresa, Desert Dream Creative, la Sra. Pasternak ha encarnado plenamente lo que se necesita para ser un músico y empresario de éxito en la industria musical actual.
La Sra. Pasternak es miembro activo del comité de Women In Music L.A (WIM LA) y jurado de FACTOR Canada. Recientemente ha puesto en marcha su propio taller de composición/clase magistral, Desert Dream Creative. A lo largo de los años ha sido seleccionada para varios talleres y tutorías de prestigio, incluido el taller Harold Adamson de ASCAP. La Sra. Pasternak ha trabajado individualmente con los mejores profesionales de la industria (Sr. Hudson, Autumn Rowe, Jayson De Zuzio, Nicole Morier, Andrew Cider y Daniel Werman). Durante los últimos 3 años, la Sra. Pasternak ha estado elaborando la programación y dando clases en la Escuela de Música Herb Alpert de la UCLA. El pasado mes de junio actuó como directora adjunta, diseñadora del programa e instructora principal del programa Teen Summer Songwriting Intensive de la Escuela de Música Herb Alpert de la UCLA. Actualmente se encuentra en su puesto de verano en la UCLA y volverá a ocupar su puesto de profesora también este otoño. Además de dar clases en la UCLA, la Sra. Pasternak trabaja para la organización sin ánimo de lucro Jail Guitar Doors, que lleva la composición y la música a las instituciones penitenciarias como parte de su rehabilitación. Allí enseña guitarra y composición de canciones, diseña la programación y organiza conciertos con sus alumnos. Para más información, visite www.desertdreamcreative.com o www.natashapasternak.com.
San Jose 51 – Ron Blanco Con Coco (ft Luis De La Rosa Solá)
Aunque el debate sobre los derechos humanos en relación con el uso de técnicas coercitivas “especiales” por parte del ejército de Estados Unidos en su guerra global contra el terrorismo está lejos de resolverse, la tortura se ha apoderado firmemente de la cultura popular estadounidense. Los estadounidenses debaten obsesivamente sobre ella, la viven indirectamente en películas y programas de televisión que se deleitan con la “pornografía de la tortura”, y participan en una multitud de recreaciones en las que el debate se convierte en algo performativo: incluso hay un Guantánamo en el mundo virtual de Second Life.1 Sin embargo, son relativamente pocos los artistas estadounidenses basados en la performance que han respondido a la cuestión desde que salieron a la luz las revelaciones sobre los abusos a prisioneros en Abu Ghraib en 2004. Y entre los que lo han hecho, la tendencia predominante ha sido la de representar el cuerpo abyecto de la víctima con el fin de promover un argumento ético y, al mismo tiempo, implicar a los espectadores.2 Sin embargo, aunque este tipo de trabajo permite al público contemplar su complicidad, corre el riesgo de sustituir el compromiso crítico por la respuesta afectiva.
A la vez que una extensa declaración del artista sobre la inspiración, la naturaleza y la intención de esta obra reciente, una llamada a la contabilidad ética (si no a la acción) y una performance, A Field Guide for Female Interrogators de Fusco juega de forma similar con la simulación. Al abrir la falsa cubierta de cuero sintético con el impresionante sello del “Mando Central de los Estados Unidos”, los lectores se adentran en la madriguera de un falso manual de entrenamiento para interrogatorios, que presenta el tutorial titular de treinta y dos páginas, repleto de ilustraciones a cuatro colores que muestran a una “chica de la tortura” rubia y pechugona -sueño húmedo ario con una talla de sujetador sacada de las fantasías de los videojuegos adolescentes- que emplea una serie de técnicas coercitivas sobre un varón acobardado, presumiblemente iraquí, vestido con un mono naranja (un signo reconocible del gulag carcelario global). A pesar del humor a veces disyuntivo de los dibujos de Dan Turner -en uno de ellos, el detenido se ve francamente avergonzado por su interrogadora, no como resultado de sus payasadas-, las tácticas sexuales detalladas en el manual han sido utilizadas, según se informa, por mujeres interrogadoras. Irónicamente, Fusco y Turner empujan los hechos hacia la ficción cómica al poner de relieve la política de racialización y de género en juego en estas técnicas sancionadas por el gobierno.
Fuente – Aw’i coco
La primera década del grupo ha sido de constante progreso y fortalecimiento de su formación. Esto los ha llevado a foros como el Festival Internacional Alfonso Ortiz Tirado en Álamos, Sonora, escenarios en Arizona, y ahora contemplan una pequeña gira por Europa en un futuro “no muy lejano”, llevando los ritmos latinos por esa región.
Óscar Acosta, líder y cantante principal de Agua de Coco, comparte que el punto fuerte del grupo es disfrutar de lo que hacen y ver a los demás bailar con la música que les gusta. Sobre todo, el grupo disfruta de la preparación continua a través de los ensayos, mientras aprenden sobre nuevos exponentes musicales y todos los ritmos que se pueden fusionar con la propuesta musical que ofrecen.
Aunque Agua de Coco no toca exclusivamente salsa, reconocen que este género es el que les ha abierto las puertas en muchos lugares. Sobre todo ahora que los ritmos latinos han recuperado su auge en México, y en otros países, como nunca antes.
“Hay una simbiosis entre el bailarín y el músico, hay desde bailarines de academia que conquistan la salsa popular de “rueda de casino”, hasta turistas espontáneos que a veces bailan country con nuestra música, pero nos gusta que bailen como su cuerpo quiera expresar. Les decimos: “que te saquen a bailar, nena, no te quedes sentada, baila como quieras”.
Pitbull x El Chombo x Karol G – Dame Tu Cosita feat. Cutty
MIS DOS CENTAVOS: En este primer libro ilustrado bilingüe, la autora Raquel M. Ortiz y la ilustradora María Domínguez plasman la historia de una niña imaginativa y su encuentro mágico y musical con un mural del barrio. Inspirado en un mural situado en el sur del Bronx, Nueva York, Ortiz y Domínguez nos ofrecen una historia que celebra las tradiciones puertorriqueñas, el arte comunitario y la vida en la ciudad.
Leer y ver imágenes de cosas con las que crecí me hizo sonreír. Desde la canción de plena “Porque la plena viene de Ponce, viene de barrio de San Antón” hasta la canción de carnaval “¡Toco-toco, toco-toco! No pude evitar cantar con todas las plenas y recordar la presencia de las canciones de plena en las reuniones familiares, las fiestas de navidad, los festivales culturales, los carnavales e incluso las protestas callejeras. No es de extrañar que se le conozca como el “periódico cantado”, que cuenta historias cotidianas durante todo el año.
En cuanto a la maquetación y las ilustraciones, el texto bilingüe se sitúa en la parte izquierda del libro, con pequeñas ilustraciones que dividen los textos en inglés y español, y con ilustraciones de página entera que acompañan al texto en la parte derecha. La ilustradora se basó en el diseño y las imágenes del mural original y en conversaciones con los estudiantes que dibujaron las imágenes para el mural. Con colores suaves para la ciudad y colores vivos y brillantes para el mural, las pinturas de Domínguez nos transportan de un día invernal en la ciudad de Nueva York a un día soleado en Puerto Rico.