Sopa de col rizada
Este guiso español de alubias blancas con chorizo está tan bueno que todos creerán que has pasado horas en la cocina. El chorizo aromatiza las alubias tan bien que incluso a los que no les gustan las alubias seguro que prueban una o dos cucharadas. Y quién sabe, ¡puede que los conviertas en amantes de las alubias!
La combinación de alubias y carne es muy común en la cocina mediterránea y se puede encontrar en muchos países del mundo. Últimamente, la he utilizado en mi receta de Pitacos greco-mexicanos (¡estoy hablando de unos deliciosos tacos de carne picada y alubias hechos con pan de pita!)
Ten en cuenta que si utilizas el chorizo con moderación podrás incluir este plato en tu plan de Dieta Mediterránea. El chorizo aromatiza perfectamente las alubias de la tierra y en combinación con la salsa de tomate nos da un plato único. Puedes utilizar un chorizo picante o dulce, según tu gusto.
Personalmente, soy un amante de las alubias. ¿Por qué? Porque incluso cuando se hacen con los ingredientes más sencillos (como estas alubias blancas al estilo toscano), las alubias tienen algo extra reconfortante, algo que me da calor al corazón. O tal vez sea porque se consideran el alimento nacional de Grecia.
España en un tenedor
Stephanie Gravalese es una escritora y fotógrafa afrolatina afincada en el norte del estado de Nueva York y el oeste de Massachusetts, donde escribe sobre comida, agricultura y la industria de la cerveza artesanal. Su trabajo se puede encontrar en Food & Wine, Zora, The Guardian, EatingWell, Wine Enthusiast y otros.
La ciudad de Sevilla, capital de Andalucía, está situada junto al río Guadalquivir, en el sur de España, y tiene una historia que se remonta a dos milenios. En Sevilla se puede disfrutar de lugares históricos, de una hermosa arquitectura y de un clima fantástico, pero por encima de todo, no hay que perderse la comida. Entre las tapas, la paella y el gazpacho que se sirven en Sevilla, son muchos los platos tradicionales que hacen que salir a cenar sea una experiencia inolvidable. A continuación, abra su apetito con esta guía de la comida y los platos que no debe perderse en su próximo viaje.
Los Huevos a la Flamenca son un plato contundente para el almuerzo o la cena con carnes guisadas, huevos, tomates y pimientos. Tradicionalmente es un plato que se come en los meses más cálidos, y recibe su nombre por su parecido con los colores brillantes y los pliegues juguetones del traje de flamenca tradicional. En España, los huevos no se suelen comer en el desayuno, sino en la comida o la cena. ¿Quiere probar los Huevos a la Flamenca? Para eso tendrá que esperar a la cena.
Guiso de cerdo andaluz
Una opereta filmada, “La Plume Au vent”, atraerá a los fans de Georges Guétary, pero estrictamente a ellos: no quedarán decepcionados: su ídolo canta una docena de canciones, en solitario, con el coro de amas de casa en el mercado, con sus amigos o con la coprotagonista Carmen Sevilla, (producción franco-española) la estrella femenina habitual de los vehículos de Mariano/Guétary. Las canciones incluyen “Vivent Les Pharmaciens” (=viva los farmacéuticos) y “La Soupe Aux Choux” (=sopa de col), dos cancioncillas para cantar. La trama gira en torno a un caso de confusión de identidades, una herencia de 4 millones, una posada en la que el único plato que se sirve parece ser el pollo, un veterinario que atrae a todas las chicas de su entorno para disgusto de su colega/padre, e incluso ciencia ficción: un joven científico crea un rayo que crea ingravidez, al menos para los tenedores y cuchillos. El mejor momento es el sueño de Sevilla, tratado como un cuento de hadas: se pierde en el bosque a la manera de Blancanieves, y se encuentra con su pretendiente y su madre disfrazada de bruja, contando dinero; en la realidad quiere que su hija se case por dinero.
Recetas de coles
Cuando un viento frío azota los olivos, empiezo a pensar en la col. La col parece un antídoto contra el frío. Es reconfortante y se pega a las costillas. He sacado una receta de rollos de col, al estilo de Sevilla, que hacía años que no hacía. Había llegado el momento.
Las hojas de col se enrollan alrededor de un relleno de carne. Aceitunas en el relleno. Las aceitunas “sevillanas” -manzanillas verdes, negras o rellenas de pimiento rojo- hacen este plato al estilo sevillano. Los paquetes enrollados se empanan primero y se fríen. Se pueden servir así, crujientes y doradas, con una salsa de acompañamiento, o añadirlas a una salsa de tomate para cocinarlas hasta que estén muy tiernas. Yo los disfruté de las dos maneras. Serví unos cuantos recién sacados del aceite de freír con una salsa brava picante para mojar. Luego cociné a fuego lento el resto de los rollos en salsa de tomate para otra comida.
Poner agua salada a hervir en una olla profunda. Deseche las hojas exteriores dañadas de la cabeza de la col. Haz un corte profundo alrededor del corazón. Sumergir la col entera en el agua hirviendo durante 2 ó 3 minutos. Darle la vuelta y hervir 1 minuto más. Saque la col con mucho cuidado y déjela escurrir hasta que se enfríe lo suficiente como para poder manipularla. Reservar el agua de la olla y retirar de 12 a 14 hojas de la col. (Reserve la parte interior de la col para otro uso.) Vuelva a ponerlas en el agua hirviendo y cocine justo hasta que las hojas estén blandas, unos 3 minutos. No cocine demasiado, o las hojas se romperán. Escurrir bien y refrescar las hojas en agua fría. Calentar 2 cucharadas de aceite en una sartén y saltear la cebolla y el ajo hasta que se ablanden, 2 minutos. A fuego medio-alto, añadir la carne de cerdo picada. Freír sin remover hasta que empiece a dorarse. Romper la carne y darle la vuelta, cocinando hasta que pierda el color rosa, unos 5 minutos. Añadir el bacon y/o el jamón y cocinar 2 minutos más. Sazonar con comino, nuez moscada, ½ cucharadita de sal, pimienta y perejil. Incorporar las aceitunas.