Recetas fáciles de pollo o ternera
Cuando se trata de recetas de pechuga de pollo, es difícil superar esta. La salsa es sencilla pero muy sabrosa gracias al ajo, los tomates y, sobre todo, la nata. Es fácil y brillante, y está igual de buena en verano que en invierno, tanto si te apetece comida casera como una cena elegante para invitados.
Este plato empezó como una forma de utilizar las sobras de arroz que se habían secado un poco y que no estaban muy buenas por sí solas, pero que seguían siendo perfectamente comestibles. Añadiendo aceite, salsa de soja, verduras y carne, el arroz queda delicioso.
Hemos hecho muchas cenas en sartén, pero esta receta de pollo al za’atar es una de nuestras favoritas. Los muslos de pollo sin deshuesar, las patatas pequeñas, el brócoli y la cebolla roja se mezclan en una sencilla marinada y luego se asan hasta alcanzar la perfección. Y para darle otro toque, lo rociamos todo con una cremosa salsa de tahini.
El pastel de pollo es la combinación perfecta de una corteza hojaldrada y mantecosa con dados de pollo, cebollas, zanahorias y guisantes en una salsa cremosa. Aunque es un plato que se puede encontrar fácilmente preparado en casi cualquier supermercado, creemos firmemente que prepararlo merece la pena.
Combo de filete y pollo
El pollo es una de las proteínas más versátiles y populares que existen. Es el rey de las cenas entre semana, una de las carnes más asequibles que se pueden comprar y algo que gusta a casi todo el mundo. Una de las razones por las que nos encanta el pollo, y probablemente por la que es tan popular, es lo adaptable que puede ser esta ave. Puedes preparar una receta de pollo muy sencilla en sólo treinta minutos, sin sacrificar el sabor, o puedes utilizar el pollo para preparar un plato principal espectacular. De todos modos, ¿hay algo más impresionante (o delicioso) que un clásico pollo entero perfectamente asado? Desde el picante hasta el agridulce, pasando por el muy herbáceo, casi todos los sabores combinan bien con el pollo.
Tanto si eres un cocinero casero experimentado como si eres nuevo en la cocina, puede resultar difícil dominar todos los aspectos de la preparación del pollo. No se preocupe, podemos guiarle a través de los conceptos básicos, como cuánto tiempo hornear el pollo y a qué temperatura debe estar. A partir de ahí, aprenderás a ponerlo en salmuera, marinarlo, freírlo, asarlo, ahumarlo, guisarlo y todo lo demás. También tenemos consejos para llevar los diferentes cortes de pollo al siguiente nivel, para que puedas conseguir muslos de pollo súper crujientes, o asegurarte de que la pechuga de pollo sale húmeda (en lugar de seca). Los cocineros caseros más aventureros pueden aprender un poco de carnicería e intentar hacer un spatchcocking o una pechuga de pollo rellena.
Pasta con filete y pollo
El pollo es el tipo de ave de corral más común en el mundo[1]. Debido a la relativa facilidad y bajo coste de su cría -en comparación con mamíferos como el ganado vacuno o el porcino-, la carne de pollo (comúnmente llamada sólo “pollo”) y los huevos de gallina se han convertido en ingredientes habituales en numerosas cocinas.
El pollo puede prepararse de muchas maneras: al horno, a la parrilla, a la barbacoa, frito o hervido. Desde la segunda mitad del siglo XX, el pollo preparado se ha convertido en un elemento básico de la comida rápida. A veces se dice que el pollo es más sano que la carne roja, con menores concentraciones de colesterol y grasas saturadas[2].
La industria avícola, responsable de la producción de pollo, adopta diversas formas en distintas partes del mundo. En los países desarrollados, los pollos suelen criarse con métodos intensivos, mientras que en las zonas menos desarrolladas se crían con técnicas más tradicionales. Las Naciones Unidas estiman que en la actualidad hay 19.000 millones de pollos en la Tierra, lo que hace que superen en número a los humanos en más de dos a uno[3].
Salteado de pollo y bistec
Mis 10 mejores recetas con carne picada de pollo El picadillo de pollo es la carne blanca, la alternativa más magra al picadillo de ternera. Básicamente, todo lo que se hace con carne picada de vacuno se puede hacer con carne picada de pollo. Rissoles, hamburguesas, albóndigas, pastel de carne.
Ingredientes: carne picada de pollo o cerdo, harina de maíz, soja clara, soja oscura, salsa de ostras, aceite de sésamo, vino chino*, ajo y jengibre frescos, cebolla, zanahoria, castañas de agua y maíz en conserva, champiñones, hojas de lechuga, cacahuetes, cebolla verde.
Ingredientes – albóndigas: carne picada de pollo o cerdo, cebolla, pan rallado, parmesano, ajo, perejil, huevo, aceite en spray. Salsa – ajo, cebolla, tomate en conserva, hojas de albahaca o hierbas secas Guarnición – pasta, parmesano
Ingredientes: pollo o cerdo, cebolla, hierba limón, ajo y jengibre frescos, hojas de lima kaffir, guindilla fresca, cilantro/cilantro, salsa de pescado, pan rallado, huevo, aceite en aerosol, salsa de guindilla dulce (para servir).
¿Cree que el pastel de carne es aburrido? ¡Piénselo otra vez! Los tomates secos y la albahaca fresca le dan un toque de sabor a este gran pastel de carne de pollo envuelto en hojaldre. Es como si un pastel de carne y un buey Wellington tuvieran un hijo.