Cómo hacer Piccata de pollo
A menudo es difícil preparar comidas para adultos que gusten por igual a mis hijos. Por eso siempre se busca una idea eficaz para el almuerzo o la cena que satisfaga a todos. Mis amigos y yo siempre intentamos compartir ideas sobre cómo mejorar nuestras recetas tradicionales. ¿Y qué pasa cuando tienes varios invitados a cenar, y muchos de ellos son niños? Puede convertirse en un reto atrevido e interesante para los que nos dedicamos a la cocina, ya que nos da la oportunidad de innovar, además de crear y compartir todo lo que sale de nuestros fogones.
Desde hace ya algún tiempo, se ha convertido casi en una tradición reunirnos con un grupo de amigos los viernes a la hora de la cena, y después disfrutamos de una película o un partido. Estos son los momentos en los que tenemos que intentar hacer un solo plato para no pasar tanto tiempo cocinando, así que no es una opción preparar un menú entero para que la gente elija. Como ves, hay que seguir un camino de relativa sencillez para que estas reuniones no se conviertan en momentos de estrés por no conseguir la mejor comida absoluta, o también limitarnos a comer sólo pizza, habiendo tantas otras cosas que se pueden preparar.
2020/04/05 detox en cuarentena con ximena otero
El pollo se puede asar de mil maneras y quizá sea más cómodo hacerlo por piezas, pero en días festivos sigue siendo tradición en muchas casas hornear un ave completa. Tan típico como el arroz de los domingos, otra buena opción es acudir a un profesional, como es el caso del famoso Asador Navarro en cuyo pollo al horno se basa esta receta que comparte Karlos Arguinano.
En su libro ‘A mi manera: las recetas fundamentales de la cocina regional española’ (Planeta, 2015). el televisivo chef nos cuenta cómo son las largas colas que se forman los domingos a las puertas del citado Asador, un negocio familiar de barrio en funcionamiento desde 1981. Pasar una tranquila mañana de domingo paseando por el rastro, tomando el tradicional aperitivo y volviendo a casa a comer tranquilamente con un magnífico pollo asado bajo el brazo suena, sin duda, a plan familiar perfecto. Separe las multitudes.
Emulsiona el zumo de limón en un cuenco u olla con tapa -no hace falta colarlo, basta con evitar los huesos- con dos cucharadas de aceite, una cucharadita de sal y otra de pimienta negra. Untar bien el pollo con esta mezcla, reservando lo que sobre.
Muslos de Pollo Agridulces
El cocido es un guiso madrileño tradicional de ternera, pollo y garbanzos. Es similar al “Pot au feu” francés, en el que toda la carne y las verduras se cocinan juntas y luego se comen por separado, sirviéndose el líquido como entrante y la carne y las verduras como segundo plato.
Aunque este año no teníamos cerdo, decidí hacer chorizo. Así sabría exactamente qué lleva y cuánta grasa contiene. La receta exige básicamente un 80% de carne y un 20% de grasa, pero como la panceta de cerdo que compré era muy magra, el porcentaje de grasa era considerablemente mayor. Es posible hacer el chorizo completamente desde cero, añadiendo tus propias especias y condimentos a la mezcla de carne y grasa. Sin embargo, como el clima de la costa es más cálido y húmedo que el de la montaña, y no es ideal para secar y curar la carne, quería estar completamente segura de que no habría ningún problema y de que no nos envenenaríamos todos, así que utilicé una mezcla de chorizo ya preparada llamada “Chorizol”. Luego añadí más orégano, guindilla y ajo picado.
La Mejor Sopa Mexicana | CALDO DE RES ROJO
Un blog sobre comida española–cómo cocinarla, cómo comerla, aquí o allá. Me centraré en platos sencillos, fáciles y sobre todo saludables, con muchas opciones para vegetarianos, veganos y gente (como yo) con dietas bajas en colesterol.
Hoy voy a publicar una receta sencilla de una buena salsa de tomate que se puede utilizar con todo tipo de platos españoles: huevos cocidos en salsa de tomate, huevos a la flamenca (incluida una versión vegetariana); bacalao en salsa de tomate, bacalao en tomate (en la foto de arriba), o simplemente mezclado con pasta, que es tanto un plato italo-español como italo-americano. Los usos de la salsa de tomate en la cocina española son infinitos.
Las mejores salsas de tomate se hacen con tomates maduros de la huerta, pero hoy en día casi nunca me molesto en cultivar tomates (parece que siempre estamos fuera justo cuando están madurando), así que uso tomates en conserva, que hacen una salsa muy buena, si empiezas con la lata adecuada. Siempre compramos tomates enteros pelados “estilo roma”. No tienen que ser tomates San Marzano italianos, que son bastante caros, pero sí tienen que ser del tipo ciruela, y tienen que estar enteros. Evite los tomates en lata ya cortados, y especialmente los aromatizados con “ajo asado” y cosas por el estilo. Son siempre de calidad inferior.