Mollejas fritas
Las mollejas vuelven a ser un ingrediente de primera elección aunque se trate de menudillos, una parte del animal que durante mucho tiempo fue descuidada por la gastronomía francesa. Se cocinan con pollo y se acompañan con una deliciosa salsa de foie gras y colmenillas: ¡¡¡Es una pura delicia!!!
Puede a su conveniencia, poner algunas pequeñas verduras o alimentos ricos en almidón. No le decepcionarán los sabores de este plato creado por la única e inigualable Comtesse du Barry. Puede degustarlo con una buena botella de vino tinto.
La Comtesse Du Barry fue fundada en 1908 en la región francesa de Gers por Joseph y Gabrielle Dubarry, que decidieron empezar a producir foie gras con un objetivo muy ambicioso: elaborar el “mejor foie gras del mundo”. Con el paso de los años, se fueron añadiendo a la gama nuevas ideas gourmet y prácticas: pequeñas conservas, los primeros bloques de foie gras de pato, los primeros platos microondables, pero también productos excepcionales como salmón, caviar o trufas…
Si bien la Comtesse du Barry sigue produciendo deliciosos foies gras en todas sus formas en sus talleres de Gers, también ha abierto su actividad a los regalos gourmet con una variada gama de recetas de calidad presentadas en magníficos estuches de regalo.
Sweetbread norsk
Las mollejas proceden de la glándula del ganado vacuno, y así es como las preparamos mi marido y yo. Nos gusta cocinarlas en trocitos. Su sabor me recuerda al de los corazones de pollo, pero mejor. Una libra de mollejas rinde lo suficiente para 2 personas con esta receta.
Hemos determinado el valor nutritivo del aceite para freír basándonos en un valor de retención del 10% tras la cocción. La cantidad exacta puede variar en función del tiempo y la temperatura de cocción, la densidad de los ingredientes y el tipo específico de aceite utilizado.
(-) Actualmente no se dispone de información sobre este nutriente. Si sigue una dieta restrictiva desde el punto de vista médico, consulte a su médico o dietista titulado antes de preparar esta receta para consumo personal.
Receta de pan dulce
Durante años rechacé las mollejas: ¡sin otra razón racional que pensar en ellas! Pero fue un error: su exterior crujiente, su centro cremoso y fundente y su delicado sabor son una auténtica delicia. Además, son muy económicas.
Ahora considero que las mollejas son el rey de los despojos, del mismo modo que considero que la vieira es el rey del marisco. Son maravillosas como entrante, pero también son una delicia cuando se sirven con bebidas: quizás sobre un brioche tostado…..
Simplemente córtelas en rodajas y fríalas suavemente en mantequilla durante unos 20 minutos: justo hasta que empiecen a caramelizarse. Un chorrito de vinagre de vino blanco añade un toque picante: puede añadir más si lo desea.
(1) Remojar las mollejas en agua fría y meterlas en la nevera toda la noche. Al día siguiente, escalfarlas en agua apenas hirviendo durante un minuto y pasarlas a un recipiente con agua helada. Cuando se enfríen, retirar con cuidado las membranas y desecharlas.
(3) Calentar un poco de mantequilla en una sartén hasta que empiece a chisporrotear. Añadir las mollejas, un poco separadas entre sí, y cocinarlas un par de minutos por cada lado, o hasta que estén bien doradas. Pasarlas a un plato caliente.
Receta de mollejas de pollo al ajillo online
egún el Larousse Gastronomique, las mollejas son “el término culinario que designa el timo (en la garganta) y el páncreas (cerca del estómago) en los terneros, corderos y cerdos”. Larousse precisa además que las mollejas de timo son “alargadas y de forma irregular”, mientras que las de páncreas son “más grandes y redondeadas”.
Pero las mollejas ni son dulces ni son pan. La palabra “mollejas” se utilizó por primera vez en el siglo XVI, pero se desconoce la razón del nombre. Quizá se utilice dulce porque el timo es más dulce y de sabor más rico que la carne muscular. Pan puede proceder de brede “carne asada”, o se utiliza porque pan era otro nombre para bocado.
Las mollejas entran en la categoría de despojos, junto con otros órganos, que significan “despojos” o recortes de la canal de un animal. A veces conocidos como carnes variadas, las cabezas, colas y órganos de los animales han ocupado un lugar en las cocinas europeas desde hace mucho tiempo. En la época anterior al supermercado (es cierto que durante la mayor parte de la historia de la humanidad), cuando la gente sacrificaba sus propios animales, no se desperdiciaba nada de la canal. De ahí que se crearan muchas recetas para aprovechar al máximo estos extraños trozos, a menudo muy nutritivos y sabrosos.